EL BUEN PERIODISTA

Los invito a leer las huellas que voy dejando en este inhóspito camino hacia el buen uso del lenguaje.

sábado, 30 de julio de 2011

PAPITO DE MI VIDA, LINDO, LINDO, LI...




San Jorge, 6 de julio de 2011
Papito de mi vida, Lindo, Lindo, Li…








A ti te encantaba leerme. Leías mi llanto, leías mi risa, leías mi canto y también mis miradas. Leías mis ojos que son cafés, como los tuyos. Entonces hoy escribo para que leas, una vez más, estas palabras que no salen de mis manos, sino de mi alma.


Te agradezco. Te agradezco tus caricias, tus palabras, tu barba y tu poesía. Te agradezco por el agua, por las flores, por el campo y por mi hermana la currita. Ni el mejor escritor del mundo habría podido imaginarte, pero yo puedo, hoy y siempre, con un sueño recordarte.


Te imagino volando como las mariposas y te siento susurrándome al oído con la tranquilidad del viento. Yo te siento, y tu partida sí que la estoy sintiendo. Espero seguir encontrándote en cada piedra que descubra en mi camino, para no olvidar nunca que las piedras tienen la forma de tu corazón. Espero poder compartir tu alegría, tu carácter, tus sueños que fueron tan justos y tu sabiduría. Espero llenar a Colombia de lagos con el agua más clara, digna de tus fantasías. Y espero ser digna de ti, algún día.


Me enseñaste el amor más noble y la amistad más fiel. Has sido el amor de mi vida. Y hoy, siento un frio inconsolable. Nos dejas una labor inmensa, tan grande como tu recuerdo, que es infinito. De aquí en adelante, más que nunca, haré lo posible por reproducir cada palabra, cada idea, cada argumento, cada lucha y cada romance. Al mundo le hace falta tu voz y yo espero poder ser, al menos, el eco de tus pensamientos.


Tus sueños de una Colombia verde, justa y libre. Tus ilusiones por una Colombia explorada en sus infinitos recursos. Tus discursos acerca de una sociedad construida sobre los cimientos más fuertes, que son de una madera honesta, inteligente y sencilla como la guadua. Espero poder hablar en tu nombre sin olvidar nada, para que nadie se pierda de ti. Yo tuve la fortuna de tenerte y de oírte, y ese es un tesoro que nadie podrá sacar jamás de la caja fuerte de mi pecho.


Mientras tú estás allá, yo me quedo aquí, en este cielo, que tiene la temperatura justa de tu alma. Me quedo entre orquídeas, heliconias y bastones. Entre cocodrilos, Garcilazos, libros y recuerdos. Me quedo aquí en tu casa cuidando tu legado y aferrándome al cariño de todas las personas que dejas a mi lado.


Gracias. Te amo y te sigo amando siempre, pase lo que pase, porque mi mejor patrimonio es tu amor.